jueves, abril 22, 2010

A ver. Era el día de mi cumpleaños y yo no le daba bola a nadie. Pero a nadie. Menos a él. Que quien sabe de qué pozo había salido. Confundió a una amiga con la hermana de mi hermano. Es decir yo. La cumpleañera.
No me pareció tan lindo. Mucho menos cuando empezó a decirme cochinadas. Porque eran cochinadas. Alguien que te diga: dame tu celular así algún día pegamos la onda y vemos que onda. Eso es cochino. Yo se lo di. Y sin decir agua va, me dispuse a pensar en otras cosas. En mí.
Se charló a media fiesta menos a mí. Digo yo… para que carajos ese preámbulo si al final… la gente se cree tan genial haciéndose la viva.
Pasaron dos semanas y me manda un mensaje: “¿conseguiste con quien soplar las velitas? (?)” tuve que no responderle. Pasó otra semana y esta vez un mensaje un tanto más decente: “ganas de paseo+auto recién lavado+esteban= te busco por tu casa y vamos a la costanera” amor total. Bueno. Con un OK y mi dirección di por resuelta la salida.
Vino. Le habían puesto braquets. En esas tres semanas le habían puesto los braquets. Más adorable aún.
Primeras conclusiones (cuando aun nada había terminado) él NO tenia ganas de pasear y el auto estaba sucio. Las sumas no me estaban dando más que saldos negativos.
“Pasemos por casa porque tengo que buscar aspirinas, se me parte la cabeza” “Hace frío para salir de paseo, mejor nos quedamos acá” “Sabias que a la voz de Bart la hace una mujer” “Te querés poner más cómoda”. Ninguna de estas fue una pregunta. Él dio por comenzado el acto.
Como poner la palabra “Maradona” en google.com. Atosigado. Abarrotado. Lleno. Colmado. Infinito.
Como ir a ver a “Los Auténticos Decadentes” a la Costanera. Ruidoso. Polvoriento. Masivo. Tumultuoso. Festivo.
Como ver a tu ex con la nueva novia. Incómodo. Superador. Abrumador. Movilizante. Evasivo.
Ya era de noche y decidimos de mutuo acuerdo dejar las cosas ahí y volver a mi casa.
Señorita Princesa, defíname “mostrar la hilacha”
Si profesora: dicha expresión no tiene una definición específica así como tampoco puede ser traducida al inglés, francés o esloveno. Pero aquí y ahora le daré un ejemplo cortito: a dos cuadras de mi casa me dice así de un tirón.
Mira nena yo tengo novia así que a esto lo dejamos acá. O sea. Esto nunca pasó nena. Repito. Mira nena yo tengo novia así que a esto lo dejamos acá. O sea. Esto nunca pasó nena.
Le sonreí. Con mi sonrisa perfecta y libre de alambres. Y señalando su boca le dije sin preguntar: sabes que por dos años -mínimo- hasta el pan lactal te va a parecer duro. Volví a sonreír dejando la puerta de su sucio auto cual giratoria de Banco Nación.
Nadie, habiendo pasando el cuarto de siglo me dice nena.

jueves, marzo 18, 2010

esteban para principiantes: TOMO I

estábamos en la puerta
yo de malla a escasos metros de la piscina
le dije de ir a la fiesta
él me dijo que no
que yo también me podía llevar unas amigas, que él iría con los suyos y "caería en pedo"
agarré al caniche toy y le cerrè la puerta en la cara
la primera vez en mi vida que hacía eso
no sin antes decirle
¿pero porqué no te vas a cagar?


la piscina estaba terriblemente fresca